lunes, 25 de junio de 2007

"Los esquimales, en peligro"

"Los esquimales, como el resto de pueblos que habitan en el Artico, podrían perder su cultura en las próximas décadas a consecuencia del cambio climático, que provocará el deshielo de gran parte del polo norte y cambiará el hábitat y la forma de vida de estos pobladores..."

"El Artico sólo aporta el 2% de las emisiones globales de CO2, la principal causa del calentamiento del planeta..."

Como dice el refranero popular: Siempre pagan justos por pecadores, esta bien, es una opción del refranero un tanto religiosa, pero ya me entendeis verdad?

El gran imperio yanky que son los que más contaminan está jodiendo (perdón) literalmente al resto del mundo, y los demás aquí como unos panolis aguantando mecha, y encima hay gente que le hace la pelota.

Lo increible de todo esto es que todavía hay quien cierra los ojos y no quiere ver que poco a poco nos estamos tirando piedras sobre el própio tejado; aunque la raza humana es especialista en no querer ver.

Las especies marinas están emigrando por el cambio climático y como esto siga así, pronto tendremos que emigrar nosotros, si es que encontramos dónde.

En fin, todo hay que decirlo, si que somos muchos preocupados por el medio ambiente, aunque también son muchos que no lo están.

miércoles, 20 de junio de 2007

Coser y cantar (Carmen Domingo)

Leo en el periódico un artículo sobre la publicación de este libro que me parece interesante; habla sobre el papel de la mujer durante la dictadura.Cito textos del artículo:"Con su gran aliada del brazo, la Iglesia Católica, el franquismo arrancó la voz pública y el voto a las mujeres y les limitó su actividad a "coser y cantar"..."" La obra es un retrato de las mujeres que se situaron en el bando vencedor y se dedicaron a adoctrinar desde la Sección Femenina o el auxilio social y de las que perdieron la Guerra y malvivieron en el exilio interior y exterior...""Pero perder, perdieron todas. Vencidas y vencedoras, con lucha o voluntariamente, tuvieron que pasar por el aro de una estrategia planeada para hacer de ellas buenas madres y esposas sumisas."Del cliché franquista, remarca el artículo, "aún se mantienen chistecitos de dudoso gusto, como el que supone las vacaciones ideales de una mujer en una cocina enorme..."Nosotras, hemos aprendido a aguantar tales chistecitos con calma, a riesgo de hacer cualquier comentario que nos pueda tachar de feministas, como aguantamos también los chistecitos sobre la menstruación cuando, de la forma más natural pensando que en estos tiempos ya no es un tema tabú que se deba esconder, hacemos algún comentario sobre el malestar físico que tenemos en ese momento, como el que cuenta que se encuentra mal porque tiene un constipado... pero siempre existe el típico graciosillo de turno que hace el chiste fácil al respecto, como los niños en la guardería...Estos días he estado trabajando como teleoperadora para la campaña de la renta y me ha dado pena el comprobar el estado cultural e intelectual en el que todavía está este país.Esa España d Guerra, se ve aún reflejada en las mujeres de unos 50-60 años que llaman para pedir cita, mientras el marido, o el hijo está detrás de ella indicando lo que tiene que hacer, aclaro, criticando su manera de hacer en vez de ponerse a hacerlo él; a veces incluso chillándole con toda la falta de respeto que se puede tener, sin pensar en que al otro lado del teléfono alguien lo está escuchando, mientras la pobre mujer le va preguntando cada paso sin atreverse siquiera a pensar en decidir por ella misma.Sí, nos queda mucho por hacer todavía, nos queda por erradicar esa culpa de mujer sumisa al servicio del hombre, nos queda aprender a decidir, aprender a pensar, aprender a erradicar toda dependencia física o emocional existente aún, porque las que fuimos criadas por mujeres de la guerra, todavía llevamos esa carga implícita.

Empezaremos por el principio...




Nunca me gustó mirarme en los espejos, nunca me gusté en las fotos y por supuesto tampoco en los vídeos (mucho menos), ver una grabación de una actuación siempre era un horror considerable, ya no porque criticaba mi actuación, cosa que hasta cierto punto es normal, si no porque además añadía ese punto "femenino" de "que gorda estoy", "que fea me veo..." etc.Cuanto desprecio...? comentó un día uno de mis mentores un día en clase, en referencia a uno de estos comentarios que sobre mi misma solía hacer, y a mi, se me quedó gravada esa frase y me pareció tan mezquina la palabra... desprecio... que juré intentar no volver a hacerlo, por lo menos intentarlo.Así como un compañero me obligaba un día a permanecer en delante de un espejo, durante un ejercicio teatral, enfrentándome a mi propio reflejo, así, prometí seguir aunque me doliera, enfrentándome a mi misma, día a día, y aceptándome, como nunca antes me enseñaron a hacerlo.Tras varios años de recorrido por mis miedos e inseguridades me reencontré un día frente al escenario, después de un largo periodo "vacacional-artístico"; y me reencontré también con grandes amigos y entre ellos con un personaje(s) (porque son dos en uno) al que le encantaba hacer fotos, especifiquemos, HacerMe fotos, con la excusa del montaje que estábamos preparando... Dios que horror!!! Para de una vez con la cámara!!!!Cual no fue mi sorpresa cuando me pasaron todas aquellas fotos vía mail y ... Me gustaron! me gustaba a mi misma, y eso es mucho decir...Desde entonces, hay una en especial que adopté como bandera de mi espíritu de liberación, como espejo propio en el que mirarme todos los días y ver que estoy GUAPA.